En la playa de los sueños me senté y llore, llore por que me quite el último aliento de humanidad que me quedaba, llore por que vi las carencias de la vida, llore por que aprendí ha ser feliz, pero por desgracia también aprendí ha seguir, como los demás.
Todos creen que han madurado, cuando en verdad en ovejas se han convertido, mas no importa que tengan tantos años. Por que no han amado, solo han sufrido.
Ya no creen en las sombras, ya no creen en la vida, ni en la magia. Solo creen en la luz que los ha cegado.
El camino de la magia es el camino de dos personas que se aman, el camino de la vida es cuando das vida.
Aprender ha ver las sombras no es dejar de creer en quien te dio la luz.
Al aceptar tus complejos, traumas y errores, no es tomar las toxinas de la humanidad.
¿Para que dar le mas de lo que el produce?
Que acaso no te amas y eres feliz?
La mejor droga, el mejor vino, el mejor tabaco es la vida que otros te dan, es la magia de amar, por que el me gusta y nada mas es una fantasía que hicieron los demás.
De: Raphael Antonio Barrientos cañas
