lagrimas de luna

Una noche sin estrellas, el espíritu de la luna decidió pasearse en la tierra, así que descendió,
Tomando la forma de una dama muy hermosa, pálida, de cabellos largos y castaños. Mientras
Vagaba en un vasto bosque tupido, Escucho una melodía, la melodía más hermosa que había
Oído, una melodía digna de un dios justo.
Se dio vuelta y observo que en la copa de un árbol había un Arcángel
Un Arcángel de alas doradas, cabellos negros largos, rasgos muy finos y estéticos, un Arcángel
Muy bello.
El Arcángel tocaba una melodía melancólica con un arpa plateada, la luna quedo extasiada y Quedo enamorada al instante.
La luna se elevo por los aires, se acerco muy tímidamente al Arcángel y estiro sus manos para
Tocarle y darle un beso. El Arcángel levanto vuelo, alejándose cada vez más de prisa.
La luna quedo desecha y se derrumbo en llanto, un llanto muy amargo que despertó al sol, que
Hizo que el mismísimo dios se pusiese triste.
Lloro, lloro por que el amor era malo, lloro por que la habían despreciado, lloro por que jamás
Daría su amor otra vez, lloro porque creyó que el amor no existía, lloro por qué no merecía al Arcángel.
Pero escucho una voz. Era la voz del Arcángel que resonaba por todo el bosque como la armonía de unas campanas. La voz del Arcángel le decía... me voy, no porque no te ame, si no, porque mereces algo mejor, no al revés.

Raphael Cañas.

Al son de un tango

Al son de una guitarra empolvada por su amo que dejo de tocarla.
Al bailar de una pareja enamorada… se escucha un llanto de nostalgia.

Un llanto que va al ritmo de un tango cantado.
Un tango cantado por una niña hermosa, cuyo nombre es Karina, la de los besos de viento.
Un poeta maldito y enamoradizo, camina solitario acompañado de un manto de alegre nostalgia recordada.

Camina escuchando un tango italiano y aullando al cielo estrellado.

Escribe sus versos y recuerda a esa niña que le mando besos.
Escribe y procura no ver las fotos de esa niña ausente por los pasos del tiempo, escribe la nostalgia de un amor que duro muchos años, pero no aguanto el tormento del espacio.

No es que la haya olvidado, no es que él, la haya dejado.
Solo hizo, lo que hizo y el poeta baila contento deseando, que la niña del tango viva alegre en su morada de viento.
Es por eso que el poeta vaga como gitano italiano, recordando las noches largas que paso a su lado.

El poeta escribe contento y recordando sus vivencias de amado.

Si yo, el poeta quisiera otro tormento, pediría que fuera Karina, su tango olvidado.
Si quisiera un zahir más amable pediría que fuera la niña de los besos de viento.

El, recuerda las noches de llanto acompañado.
El, recuerda las noches de pasión que pasaron juntos.
Recuerda la noche que la vio cantando y danzando.

Por: Raphael cañas
Dedicado a Karina el tango amado.

Me odias, porque me amas

Mi dama de negro sentir, detén este tormento, ya no quiero seguir, soy vampiro de buen vivir.

Ya no me pidas ser alguien que no soy, pues me duele y hieres este mallugado corazón, si no te vasta a ti, jodele a otro que te quiera seguir.

En mi pobre corazón, tengo enterrada un clavo de lo que fue tu pasión, temo sacarlo y desangrarme en lagrimas de amor, a si que dejare que se pudra como otro amor que me hizo sufrir.

Pero tampoco soy como tú, para ocultarlo con otro clavo de amor, pues se que eso te hará querer volver por no poder olvidar al amor que fue, mas conozco ese orgullo que evitara ese episodio, a si que para que me preocupo.

Si tan solo pudieras comprender el dolor que tu odio me hace sentir, sufrirías y rogarías por mi perdón, pero conozco ese orgullo a si que no me ilusionó.

Ya no quiero vivir, deseo ver a mi ángel negro venir por mí.

Estoy al borde de una locura lúgubre y lastimera como navaja, mis pies yacen en una tumba a la luz gélida de la luna.

Tus labios y tu ser, ya no me gustan, pero si me duele el odio que representan, no te odio pero porque yo ya no te amo.

Tú me odias porque me amas y ese es tu tormento, te se leer, pues yo desvirginé ese corazón de cristal, se el porqué y el que de lo que haces como tu pan de cada día.

No quiero, pero a la vez si deseo hacerte sufrir, pero no lo hago pues el odio es el amor, y la verdad ya no te amo por lo que le hiciste a mi pobre y mártir corazón.

No te hago sufrir, ¿por qué, has de decir? Porque yo sé alago mas que no diré que es, algo de el, y sé que se sabrá, pues a nadie le gusta ser otro más.

Sé que me recuerdas, pero no lo que gozaste, si no lo poco que despreciaste, amo que me odies, pues se que me amaste, y cuando ya no me odies será cuando ya me olvidaste.

Raphael Cañas.

¡Oh mi Neza!

Un grupo de estudiantes deseosos de saber, entran en desorden en tus aulas, para sentir una brisa mañanera que les da la señal de ponerse a estudiar.


Tus instalaciones de concreto, inertes y frías, sin alma parecen ser, mas sin embargo en ellas se encierra la energía de las generaciones de ayer.


Mi centro educativo a cuyo elogio le doy, por sus años como hogar de muchos, y escuela particular donde se aprende a vivir.


En tus aulas se encierran historias… si la prepa hablara, ¿que no me diría?, pues en sus paredes yacen llantos, rizas y ciencias impartidas.


Si tú mi escuela, hablaras, enseñarías a maestros y estudiantes, pues con tus años has aprendido lo que uno requiere.


En esta escuela se enseña amar, crecer, y a comprender la vida que vendrá.

Situada en Calles de amargura como una madre de las mano nos lleva y nos acerca al éxito profesional, sin embargo unos no lucharan y por esa juventud perdida llorara… y por aquellos que algo en la vida serán, elogios y fiestas alzará.


Formar personas con sentido crítico y principios.

Ser una institución comprometida en cambiar y ayudar al entorno social
Esta escuela forja un espíritu en particular, pues solo así se llega a UNAM, solo a si el coyote dominará.

Raphael cañas.

Ángel de mi guarda mi niña de porcelana.

Mi daña de esmeralda, ¡oh mi niña de porcelana!.

Ángel de mi guarda, adornada de plumas doradas.

Destellan esas alas al ondearse, entre mis palmas.

Gracias por serenarme y atarme entre los vivos.

Niña de ojos claros, alza tus labios y dame concejo, pues este vampiro herido, requiere de tu cariño.

Niña de porcelana, gracias amiga mía.

Si los dioses existen, la verdad no me interesa, pues lo único que quiero, es a una amiga que me comprenda.

La vida se empeña por hacernos plañir entre tinieblas, mas sin embargo, tú despliegas tus alas doradas y alumbras los senderos de nuestras eternas vidas.

Yo enciendo mis ojos y exhibo los colmillos, para intimidar a los demonios que quieran retrasarnos.

Mi niña de porcelana, ya no sufras por el arcángel que te ignoro, pues yo igual lucho contra el recuerdo de aquella que me convirtió.


De: Raphael Cañas
Para: Naomi